Contenidos
Introducción.
Este cuento infantil explica, de manera sencilla, la importancia de la amistad.
Un bondadoso panadero disfruta preparado delicioso pan junto a su amiga la mula y su querido molino. Cuando todo el mundo ve lo delicioso que está su pan, todo el mundo quiere comprarlo. Pero el panadero, la mula y el molino no puede preparar tanta cantidad de pan.
Un día, reciben una visita inesperada para ayudarles a mejorar su trabajo. ¿Quieres saber qué hicieron el panadero, la mula y el molino?
Cuento. “El Molino y la mula”
Hace mucho, mucho tiempo, vivió un panadero que molía el grano en su molino con ayuda de su amiga la mula Mila.
El panadero vivía junto a un gran río, en lo alto de una pequeña colina. Allí cultivaba su trigo, lo molía y cocinaba el mejor pan, según decían los habitantes del pueblo.
La mula Mila era la encargada de girar y girar para moler el grano. El panadero cuidaba mucho a su buena amiga la mula y nunca dejaba que trabajase más de lo necesario.
Mila disfrutaba mucho moliendo el grano.
Le encantaba ver girar la rueda del viejo molino que emitía un divertidísimo ruido en cada giro que daba; parecía como si estuviese sonriendo y con cada vuelta se escuchaba una suave carcajada.
Ella estaba segura de que el molino disfrutaba mucho de su compañía y, por eso, acudía con entusiasmo a trabajar todos los días.
Con el paso del tiempo, el pan que preparaban el molino, la mula y el panadero, se hizo tan famoso que hasta el mismísimo Rey mandaba a sus sirvientes para que lo comprasen.
Su fama hizo que los encargos de pan creciesen demasiado. Eran tantos los encargos que el panadero recibía, que la pobre mula Mila no daba abasto para moler tanto grano, y el panadero no conseguía cocinar tanto pan.
Cuando bajaban al pueblo, nadie estaba contento, pues después de que el rey se llevase sus barras de pan, sólo quedaban unas pocas barras para abastecer al resto de habitantes.
El panadero, la mula y el molino estaban agotados.
Una mañana, el panadero se acercó al molino, donde la mula Mila trabajaba sin descanso, acarició a su mula y la soltó – descansa amiga mía, te lo has ganado –
Mila se dio cuenta de la tristeza de su buen amigo y quiso seguir moliendo, pero el panadero no la dejó.
La mula y el panadero se sentaron junto al molino. Las dulces risas del molino dejaron de escucharse y los tres se quedaron tristes sin saber qué hacer para solucionar el problema.
Los habitantes del pueblo comenzaron a impacientarse y su descontento llegó a oídos del Rey. El rey decidió ir en persona para ver porque el panadero no podía cocinar más pan.
Cuando el Rey llegó al hogar del panadero, vio lo que sucedía.
Aunque el panadero quería amasar su pan como había hecho siempre, tanto él, como su mula y su molino se habían hecho mayores y ellos solos no podían cocinar todo el pan que los habitantes del pueblo y el Rey necesitaban.
El Rey reunió a todos los pensadores de palacio para poder ayudar a su panadero.
Así, construyeron un gran molino, que giraba gracias a la fuerza del agua y llevaron a dos jóvenes aprendices para que el panadero les enseñase su oficio.
En poco tiempo, el panadero enseñó todo lo que debían hacer para elaborar un magnifico pan.
El molino funcionaba rápido y la mula Mila ya no estaba tan cansada y dedicaba sus días a pasear por los inmensos pastos.
Pero el viejo molino ya no sonreía. Nadie se acordaba de él, pues todos tenían su pan y era lo único que importaba.
El anciano panadero y la mula Mila se dieron cuenta de la tristeza y soledad de su buen amigo el molino, que había trabajado junto a ellos toda la vida
Pensaron que no era justo abandonarle sólo por ser un molino viejo y se les ocurrió una idea.
La mula y el panadero pintaron el molino, lo limpiaron y trajeron un montón de muebles.
Convirtieron el molino en un hogar. Junto al molino, construyeron un pequeño establo para la mula Mila. Al amanecer y al atardecer, la mula daba unas vueltas a la rueda del molino, para empezar y terminar el día con la alegría de su buen amigo.
Y así, vivieron felices hasta el fin de sus días, disfrutando de la vejez, pero siempre en compañía.
FIN
Autora: Beatriz de las Heras García.
Ilustradora: Alba Pérez España.
Preguntas sobre el cuento.
- Indica quienes son los protagonistas del cuento.
- ¿Cómo se llama la mula? ¿A qué se dedicaba?
- ¿Por qué dejaron de hacer pan la mula, el panadero y el molino?
- ¿Cómo solucionó el Rey el problema de la falta de pan?
- ¿Quién se quedó triste cuando dejó de trabajar? ¿Por qué?
- ¿Conoces a alguien muy mayor?
- ¿Te gusta hablar con la gente mayor?
- ¿Crees que es importante cuidar a los abuelos y a las abuelas? ¿Por qué?