CUENTO INFANTIL SOBRE LAS VACACIONES
Contenidos
Introducción.
Amigos de vacaciones es un cuento infantil sobre las vacaciones. Porque las vacaciones nos pueden cambiar a todos, aquí os dejamos un cuento de amigos de vacaciones para que veáis que hasta el niño más tímido puede ser totalmente distinto si cambiamos los amigos y el paisaje.
Cuento. “Amigos de vacaciones”
Me ha despertado el traqueteo del coche. Ese movimiento tan familiar para mis recuerdos. Cada año, al llegar a la playa, hay que pasar por una carretera que está llena de baches y papá siempre dice lo mismo – ¡a ver cuándo arreglan esto de una vez por todas, estos baches son unos rompe ruedas! – Y así, con la frase del verano, comienzan nuestras vacaciones.
Me encanta ir a la playa y el mejor momento es cuando abrimos la ventanilla del coche y percibimos el olor del mar y el sonido de las gaviotas revoloteando por el puerto.
Por fin, papá encuentra un sitio para aparcar el coche y todos nos bajamos acartonados por el viaje. Al estirarnos, suena algún hueso que se había quedado encajado entre el cinturón de seguridad y el neceser de mamá.
– Vamos chicos – dice papá, organizando a la tropa. – Cada uno a cargar con su bolsa.
Y así, cargados hasta las cejas, llegamos al apartamento. Todos dejamos las maletas en nuestra habitación y mis hermanos y yo nos dirigimos a la terraza desde la que se puede ver la piscina.
Lo más importante de las vacaciones es saber si continúan los mismos amigos del año pasado. Sobre todo para mí, porque me cuesta mucho hacer nuevos amigos. Incluso, me cuesta acercarme, cada verano, al grupo de amigos que ya conozco de otros años. Mis hermanos, sin embargo, son los reyes de la fiesta; a ellos les vienen a buscar y todos se ponen súper contentos al verlos llegar. Yo suelo pasar bastante desapercibido, pero no me importa; así soy yo, tranquilo, no soy un líder, soy uno más del grupo. Y es lo que me gusta, no quiero destacar, porque me da vergüenza ser el centro de atención.
Cada uno tiene sus habilidades y, como dice mi madre- tú no eres líder cariño, tú eres sereno y sosegado y serás muchas cosas en un futuro, porque en la vida no todos podemos ser líderes y no pasa nada. Además muchos de tus amigos que hoy son los más populares, en un futuro serán gente sencilla. La vida da muchas vueltas tesoro-. Me encanta escuchar a mi madre, porque se parece mucho a mí y me da mucha seguridad y tranquilidad.
Por fin, a lo lejos, veo a mi grupo de amigos. – Mamá, ¿puedo ponerme el bañador y bajar a la piscina?- Mientras pido permiso a mi madre, mis hermanos ya se han cambiado y están saliendo por la puerta.
Mi madre se acerca y me saca la ropa para que me pueda cambiar. Yo soy el pequeño de tres hermanos de 12, 10 y 8 años. Y aunque todo el mundo dice que los pequeños son los más atrevidos, en mi caso es totalmente distinto.
Me visto y me armo de valor para bajar a la piscina a reencontrarme con mis amigos.
Al llegar, todos están en la piscina jugando a Marco Polo. Uf, ¿y ahora qué hago, me meto en la piscina o me quedo esperándolos en las toallas? Me voy a quedar esperando, a ver si se dan cuenta de que estoy aquí y me dicen algo.
Al fin, Pablo, el líder, se da cuenta de mi presencia y me saluda a lo lejos. Yo le correspondo con otro saludo y me acerco al borde de la piscina. -¿Qué pasa Carlos? ¿Habéis llegado ahora? Yo llegué ayer. ¿Te bañas? –
Como Pablo me ha saludado, todos se acercan en manada, es como si él hubiera abierto la veda para poder acercarse a mí e incluirme en el grupo. Así son las cosas, es el líder el que manda en los actos de los demás.
Y allá voy, me meto en la piscina, bastante satisfecho porque parece que Pablo me presta una atención especial. ¿Será por mi o porque quiere acercarse a mis hermanos? Da igual, lo cierto es que me siento súper bien. ¡Estoy de vacaciones y me encanta!
Al llegar la tarde nos vamos todos a los campos de fútbol de la playa.
Allí se organizan siempre varios campeonatos y como ya me olía yo, Pablo me pide que le presente a mis hermanos para poder jugar con ellos.
Bueno, pues así lo hago y nos dejan entrar en su grupo. Lo cierto es que mis hermanos siempre se preocupan por mí, así que tenía claro que no me iban a dejar de lado.
Termina la tarde sin incidentes y con un poco más de ego, porque he marcado dos golazos que me han hecho sentir súper bien. Este año he practicado mucho y la verdad es que he mejorado bastante.
Tengo la sensación de que mi grupo playero me tiene en más alta estima y comienzo a sentir que se me tiene en cuenta. Aunque normalmente procuro pasar desapercibido, me gusta esta sensación de que todos te hacen caso, aunque me sigue dando mucha vergüenza.
Cuando llego a casa le cuento a mi madre la experiencia y ella, como siempre, me escucha y me sonríe. ¡Hoy ha sido un gran día!
Aunque sé que cuando llegue al cole seguiré siendo el mismo niño tímido de siempre, uno más del grupo, hoy he podido sentir lo mismo que sienten mis compañeros populares del cole. Está bien, no se pasa tanta vergüenza como yo creía y, sobre todo, está bien sentirse diferente porque, al fin y al cabo, las vacaciones están para descansar de todo, del colegio, de los estudios y de aquello a lo que estamos acostumbrados.
Bueno, pues así han comenzado mis vacaciones y no tengo ni idea de cómo van a terminar, pero tengo buenas sensaciones. Sigo siendo tímido, sosegado y tranquilo, pero esto no significa que no pueda aceptar un poco de atención especial de mis amigos de vacaciones.
Ya veremos qué pasa al volver al cole, pero ahora me siento bien, me siento distinto y eso me gusta.
FIN
Autora: Beatriz de las Heras García
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