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Introducción.
¡Es mío mi juguete! es un cuento sobre las emociones para niños a partir de 3 años. En este cuento los niños aprenderán a compartir.
En un bosque vivía una ranita saltarina que tenía sus juguetes escondidos para no prestárselos a nadie.
Cuento. “¡Es mío mi juguete!”
Había una vez, en un bosque encantado, una ranita saltarina a la que le encantaba jugar.
Saltaba y jugaba sin parar.
Tenía sus juguetes escondidos para no prestárselos a nadie, porque le encantaba jugar con ellos y no quería que nadie se los estropease.
-¡Es mío mi juguete! – decía la ranita.
Un día, vio a lo lejos a dos conejitos que jugaban y reían todo el tiempo.
Por más que miraba, no conseguía ver con qué juguetes estaban jugando.
-Deben tener juguetes muy divertidos, porque no paran de reírse- pensó la ranita.
Ni corta, ni perezosa, la ranita se acercó muy despacito hacia el lugar donde jugaban los conejitos
Entonces lo vio con claridad. Los conejos sólo tenían una pequeña y vieja cuerda.
-¿Cómo pueden divertirse sólo con esa cuerda? – pensó la ranita.
En esto que los conejos se dieron cuenta de la presencia de la pequeña rana y la invitaron a jugar con ellos.
Como a la ranita le encantaba jugar, aceptó la invitación sin pensárselo dos veces.
Así pasaron la tarde jugando y saltando sin parar.
La cuerda era un gran juguete.
Con la cuerda inventaron un columpio para todos, saltaron a la comba, jugaron a tirar de los dos extremos y a soltar para caerse al suelo, se enrollaron todos juntos y un sinfín de juegos más.
– Esta cuerda es el mejor juguete del mundo. – pensó la pequeña rana.
Lo pasó tan bien con sus nuevos amigos, que decidió invitarles a jugar con sus juguetes a su charca.
A la mañana siguiente, la rana comenzó a colocar todos sus juguetes para que sus amigos, los conejos, pudiesen jugar con ellos. Pero de repente algo sucedió.
La ranita ya no estaba tan segura de querer jugar con los conejitos. La ranita no quería que nadie tocase sus juguetes.
Cuando llegaron los conejitos a la charca, la rana estaba muy preocupada.
Los conejitos se dieron cuenta de que su amiga estaba algo triste – ¿Qué te pasa ranita? Mira, hemos traído nuestra cuerda para seguir jugando, pensamos que te haría ilusión. –
Entonces la pequeña rana se sintió aún más triste, porque se dio cuenta de que sus amigos sólo tenían una cuerda para jugar y eran tan amables que se la habían traído para compartirla. Ellos sí que eran buenos amigos.
Sin embargo, ella no quería que tocasen sus juguetes y eso le hacía sentir muy mal. La ranita pensaba que era una mala amiga por no querer prestar sus juguetes.
– Pues veréis conejitos, es que me da miedo que mis juguetes se rompan mientras jugamos y por eso no quiero que juguemos con ellos. Seguro que pensáis que soy muy mala amiga.
– Oh no, a nosotros nos pasa lo mismo. Hay algunos juguetes que tenemos guardados en nuestra madriguera para que no se estropeen y sólo los prestamos cuando estamos seguros de que los van a cuidar.
La ranita se quedó mucho más tranquila viendo que todos los animalitos eran iguales.
Pasaron la tarde jugando con la vieja cuerda y saltando de roca en roca por la charca donde vivía la ranita.
Con el paso del tiempo, la ranita y los conejos se hicieron grandes amigos. Eran tan buenos amigos que hasta se prestaban los juguetes y compartían todo lo que tenían, porque sabían que los buenos amigos pueden compartir y confiar en que sus juguetes preferidos estarán bien cuidados.
…
Había una vez, en un bosque encantado, una ranita y dos conejos a los que les encantaba jugar, compartir y ser amables por amistad.
FIN
Autora: Beatriz de las Heras García.
Preguntas sobre el cuento.
- ¿Qué le gustaba hacer a la ranita?
- ¿Por qué le daba miedo prestar sus juguetes?
- ¿Qué hicieron los conejitos cuando la ranita no quiso compartir sus juguetes?
- ¿Cuándo compartieron los juguetes los tres amigos?
- ¿Cuál es tu juguete favorito?
- ¿Se lo prestarías a tu mejor amigo si te lo pide con educación?
- Cuando vas al parque, ¿qué juguetes compartes con los niños que no conoces? ¿Qué juguetes no te gusta compartir con niños que no conoces? ¿Por qué?
- Y si estás en el parque con tú mejor amigo y te pide un juguete con educación ¿se lo prestarías?
Si te ha gustado nuestro cuento !Es mío mi juguete! puedes leer otro cuento para aprender a compartir juguetes ¡Me han quitado mi juguete!
Sigue aprendiendo con nuestra Actividad ¿Tienen los niños que compartir todo?
donde l
enviaron el mensaje?
Hola Susy. NO sé a qué te refieres. Un salduo.