MIRTA, LA BRUJITA ENGREIDA
Contenidos
Introducción.
CUENTOS INFANTILES DE BRUJAS. Mirta, la brujita engreida.
Mirta es una brujita algo engreída y una noche de Halloween decide salir de su casa para que todos vean lo maravillosa que es. Pero no todo va a salir como ella pensaba…Mirta va a aprender una gran lección.
Si te gustan los cuentos de Halloween que tratan sobre brujas, seguro que te gustará nuestro cuento largo de Brujas “Veo brujas por mi ventana”
Cuento. “Mirta, la brujita engreida”
En una casa escondida en lo más profundo de un misterioso bosque, vivían mamá bruja y su hija, la brujita Mirta.
La brujita siempre se burlaba de los niños y de las niñas que se tenían que disfrazar para parecer fantasmas, monstruos o brujas.
– ¡Ah! Yo soy una bruja de verdad y ellos se tienen que disfrazar… – decía la brujita muy engreída.
– Mirta, no hay que ser tan presumida. Debes aprender a respetar a todos. – decía su madre.
Una noche de Halloween, la pequeña bruja decidió salir a ver los disfraces de los niños y de las niñas.
Ella pensaba que, si la veían, todos iban a alucinar y sería la brujita más famosa del mundo.
Y así se fue caminando, atravesando el oscuro bosque, hacia la ciudad.
– ¡Caramba!, que oscuro está todo. Creo que voy a ir volando en mi escoba para que las estrellas iluminen mi camino – pensó la pequeña.
Y así lo hizo. Llegó a la ciudad volando en su escoba.
Cuando aterrizó, se encontró con una niña disfrazada de bruja que no dejaba de mirarla.
Mirta pensó – Ya tengo una admiradora. Seguro que me pide un autógrafo. –
Cuál fue su sorpresa cuando la niña le preguntó … – ¿Dónde has comprado esa escoba voladora? –
La brujita Mirta enfureció – ¡La escoba, la escoba! Mi escoba no es importante. Yo soy la bruja Mirta, yo soy la que debería impresionarte –
La niña, al observar el mal humor que tenía la brujita, salió corriendo.
Al ver que la niña se marchaba, Mirta echó la culpa a su escoba y, sin ningún remordimiento, la tiró al primer contenedor que encontró.
– Yo soy la importante, esta escoba es solo un accesorio – dijo Mirta tras cerrar el contenedor.
Mirta siguió caminando por la ciudad y pronto se topó con unos niños que iban con sus padres pidiendo golosinas.
Los niños se quedaron mirando a la brujita y esta pensó.
– Ahora sí que tengo admiradores … al fin seré famosa –
Pero sucedió algo inesperado. Los niños comenzaron a señalar el sombrero de Mirta.
– ¡Mamá, mamá! Mira que sombrero de bruja lleva esa niña – gritó una niña pequeña.
La brujita no se lo podía creer – ¡Cómo que mi sombrero! ¿Pero es que no ves que soy una bruja? –
Y sin pensarlo dos veces, Mirta, se quitó el sombrero y comenzó a saltar sobre él.
Los niños y sus padres se marcharon asustados. – Menudos modales tan malos tiene esa niña – decían entre ellos.
La ciudad estaba resultando un lugar odioso para la brujita y decidió volver a su casa – ¡Aquí nadie entiende que yo soy la importante! ¡Solo se fijan en mi escoba y mi sombrero! –
Y así, dejando atrás su sombrero y su escoba, la brujita tomó el camino que la llevaba a su hogar.
Al poco tiempo, el bosque comenzó a hacerse más y más oscuro, y la lluvia empezó a mojar su pelo.
Mirta se dio cuenta de que habría sido mejor quedarse con la escoba, para poder ir volando a su casa, y no destrozar su sombrero, para evitar mojarse con la lluvia.
Cuando al fin llegó a su casa, la pequeña bruja estaba empapada y muy asustada.
– ¿Qué ha pasado Mirta? – preguntó su madre.
Y antes de que la pequeña pudiera contestar alguien llamó a la puerta.
Eran el sombrero y la escoba que, como eran mágicos, habían regresado junto a su dueña… Eso sí, algo enfadados por cómo les había tratado la brujita.
Mirta se acercó con cariño y, sentándose a su lado, les echó un nuevo conjuro:
– Si alguna vez os vuelvo a hacer daño, os doy permiso para que me deis en el trasero un escobazo –
Con esta lección aprendida, Mirta dejó de pensar solo en ella y comprendió que todos los que la rodeaban eran tan importantes como ella.
Así, con su nueva modestia, la brujita Mirta se esforzó mucho para convertirse en toda una estrella.
FIN.
Autora. Beatriz de las Heras García
Preguntas sobre el cuento.
- ¿Dónde vive la brujita?
- ¿Para que salió la brujita de su casa?
- ¿Cómo llegó a la ciudad?
- ¿Qué tiró al contenedor de basura?
- ¿Qué hizo con su sombrero?
- ¿Por qué crees que la brujita se deshizo de su escoba y de su sombrero?
- Cuando regresó a su casa, ¿cómo se sintió al no tener su escoba y su sombrero?
- ¿Qué lección aprendió la bruja? Explícalo con tus propias palabras.
- Ordena las escenas de este cuento.
- Mirta preparó un nuevo conjuro para su sombrero y su escoba.
- La brujita voló en su escoba para que las estrellas iluminasen su camino.
- El sombrero y la escoba regresaron a casa.
- Mirta se empapó por la lluvia y tuvo que caminar en la oscuridad del bosque.
- La brujita aprendió a ser modesta y se esforzó mucho para convertirse en una estrella.
Ideas para trabajar con este cuento.
- Si quieres trabajar la conciencia fonológica de los más pequeños, puedes ayudarlos con la canción de LA BRUJITA TAPITA. Aprender canciones con rimas mejorará su conocimiento del habla.
- Las rimas son el mejor recurso para mejorar la conciencia fonológica de los niños. Podéis consultar nuestros poemas para niños con rimas.
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