¡QUE LLEGAN LAS VACACIONES!
¿Qué hacer con niños en casa? Es cierto que cuando termina el colegio, muchas madres y padres se echan las manos a la cabeza, pensando en la locura que supone tener a los niños todo el día en casa.
Los que somos padres, entendemos lo que esto significa…
He pensado en dos consejos que os pueden ser de gran ayuda para disfrutar de estos momentos únicos e irrepetibles de vuestra vida, y de la vida de vuestra familia. En vuestra mano está apreciarlos y disfrutarlos como se merecen.
El primer consejo lo vais a encontrar en el maravilloso texto de Jessica Gómez: Respira
“…Respira. Serás madre toda tu vida…”
Un artículo sencillo acerca de lo que implica la maternidad (perfectamente adaptable a la paternidad) y lo importante que es tomar aire, para no acabar gritando o desbordados por nuestro propio agotamiento.
Cuando tenéis que recoger la casa, preparar la comida, llevar a los niños al parque o a la piscina, etc., es muy fácil que aparezca nuestro mayor enemigo: el estrés.
Esos días, tomaos la vida con algo de filosofía… Pensad en las cosas que podéis hacer y no os angustiéis por aquellas que no alcanzáis a terminar. Daos un paseo al finalizar el día, solos o en compañía, y buscad el contacto con vuestros hijos, solo así seréis cómplices del tiempo que se os ha regalado.
El segundo consejo es algo más neurológico, aunque no deja de tener presente lo emocional.
Cuando observamos la crianza de nuestros hijos como algo estresante, nuestro cerebro actúa como si estuviese en modo “supervivencia”: ataque, huida. ¿Cómo creéis que reaccionarán vuestros hijos ante vuestra manera de actuar?
Os recomiendo que escuchéis lo que Daniel Siegel explica sobre “el modelo de la mano” Una manera de ser conscientes y trabajar nuestro autocontrol, comprendiendo cómo funciona nuestro cerebro.
Ahora que habéis escuchado estos consejos…
Imaginaos esta situación: Estáis preparando la cena, estáis cansados y los niños no paran de entrar en la cocina pidiendo cosas y metiéndose entre vuestras piernas, impidiendo que hagáis vuestras tareas rápido y perturbando el único momento de calma del día.
Bien, pensad en cómo funciona vuestro cerebro y trabajad el autocontrol. Vamos a “cerrar la mano” para evitar dejar al descubierto todas nuestras emociones de autodefensa. Os propongo lo siguiente:
- Dejad a los niños que colaboren en la elaboración de la cena.
- Dadles el mantel, los vasos, los platos, etc., para que se ocupen de poner la mesa.
- Dadles lápiz y papel para que hagan la lista de la compra con los ingredientes de la cena del día siguiente. Si no saben escribir, pueden hacer un dibujo y poner al lado el número o la cantidad de ingredientes que hay que comprar.
- Podéis dejarles un libro de recetas infantiles o una web de recetas para niños para que ojeen algo nuevo y apetecible.
- Dadles las pinzas para que tiendan la ropa y os ayuden con la colada.
- Dadles un cuchillo adaptado para que vayan troceando los ingredientes que vais a utilizar en la cena (zanahoria para la ensalada, tomate, queso, lechuga, etc.)
Con estas nuevas opciones ¿Cómo os vais a enfrentar a esos momentos en la cocina?
Otra situación con la que os podéis encontrar es el de salir a la piscina. Cuando hay que salir de casa, siempre nos estresamos con todo lo que hay que coger: agua, gorros, crema, toallas, etc.
Os propongo algunas ideas que podéis llevar a cabo para no cargaros con toda la responsabilidad y dejar que los niños disfruten de su autonomía:
- Haced un bonito dibujo en la bolsa de la playa (sol, agua, gafas, etc.) y escribid el nombre del peque o dejad la huella de sus manos. ¡Eso les encantará!
- Haced una lista (con imágenes representativas) de todos los elementos necesarios para ir a la piscina o a la playa, y dejadlos que sean ellos los que se ocupen de meterlos en su bolsa (crema, chanchas, toalla, gafas, agua, etc.)
¿Qué os parece? ¿No creéis que visto de esta manera pueden resultar mucho más divertidos y apetecibles esos días de verano?
Recordad que creamos recuerdos imborrables para nuestros hijos y que somos nosotros los que ayudamos a construirlos.
Y no olvidéis que los peques nos observan, nos imitan y nos sienten…
Si queréis que estén tranquilos… ¡Tranquilizaos!
Si queréis que se calmen… ¡Calmaos!
Si queréis que no griten… ¡Habladles sin gritos y a su misma altura!
Si queréis que os escuchen… ¡Escuchadlos y llegad a acuerdos!
Si queréis que haya límites… ¡Definidlos!
La libertad de todos pasa por el respeto a todos.
Y, si aun así te sientes amenazado por la situación, haz que tu cerebro entienda que no es algo de lo que tenga que huir. Bébete un vaso de agua para calmar a tu cerebro, pues nada malo puede suceder si tienes tiempo para beber ¿no crees?
¡Felices vacaciones, familia!
Autora: Beatriz de las Heras García